Las juntas para radiadores sirven para evitar las pérdidas de agua en los radiadores. Suelen estar hechas de cartón prensado o de teflón, y se colocan entre la salida del radiador y el tapón del radiador. En el caso de que las juntas estén dañadas, el radiador perderá agua y la calefacción podría dejar de funcionar.
Por qué son importantes las juntas para radiadores
Muchas veces nos preguntamos por qué un elemento tan pequeño puede ser tan importante. Las juntas generalmente no ocupan demasiado, pero permiten que el circuito de calefacción siempre tenga agua. Generalmente las calderas funcionan correctamente con una presión determinada de agua, la cual si es demasiado baja, podría provocar que la caldera dejase de funcionar.
Un radiador generalmente tiene cuatro juntas, una en cada extremo y debajo de cada tapón, y con que una sola esté dañada, ya puede traer problemas al circuito de calefacción entero. Por este motivo, es importante revisar de vez en cuando el estado de las juntas, para así, asegurarnos de que todo está bien.
Si la caldera pierda presión, suele ser porque las juntas para radiadores están dañadas. En este caso, se debe proceder a reemplazar las juntas por unas nuevas. En este caso, estamos ante una operación sencilla, pues solo tendremos que comprar una junta compatible con nuestro radiador y sustituirla por la rota.
Para ello, vamos a purgar los radiadores, a retirar las tapas con una llave inglesa y a cambiar las juntas dañadas por las nuevas, dejándolas en la posición donde estaban las otras. Aunque estemos ante una operación sencilla, también se puede encargar tu SAT para radiadores.
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