El proceso de instalar calefacción central en tu casa requiere de cierta planificación previa. Hay varios detalles que deberás considerar antes de dar el primer paso, y que dependerán tanto de tus necesidades básicas como de las condiciones de tu domicilio. Siguiendo estos pasos, podrás tenerlo todo listo cuando sólo te quede requerir los servicios de fontaneros cualificados profesionalmente en cómo instalar calefacción central. Ellos conectarán la caldera al suministro de gas y verificarán si el sistema reúne las medidas de seguridad apropiadas.
Proceso para instalar calefacción central en tu vivienda
Compra las piezas y elige el aparato adecuado
Lo primero es lo más básico. Haz una lista con todos los materiales que precises y no empieces nada hasta tenerlos todos. En función de cuáles seas tus condiciones, tales como el tamaño de la vivienda, puedes necesitar un tipo de radiadores u otro al decidirte a cómo instalar calefacción central.
Elabora un mapa que te ayude a instalar la calefacción central
Debes seleccionar una ubicación específica en la casa para instalar la caldera de gas, de forma que facilite una conexión óptima con las tuberías de agua y el suministro de gas. También es necesario que vigiles si el emplazamiento cuenta con una ventilación adaptada. El mapa te ayudará, asimismo, a saber si quieres que las tuberías recorran el suelo o las paredes.
Instala los radiadores, el sistema de control y la caldera
De cara al barrido, es recomendable que dejes un espacio de al menos 10 centímetros por debajo de los radiadores, o se acumulará polvo. Pon una válvula de rueda en la conexión de flujo y otra de escudo con cerradura de cara a la conexión de retorno. Sólo así tendrás la posibilidad de regular el flujo de agua. Cuida que los tubos de ventilación estén bien colocados para que no haya problemas con las bolsas de aire. La instalación del sistema de control y de la caldera dependerá del fabricante. Antes de activar la caldera, deberás cerrar el suministro de agua.
Comprueba que todo vaya bien
Por último, llena el sistema con agua para garantizar la correcta ventilación de los radiadores. Luego enciende la bomba de la calefacción y equilibra el flujo de agua mediante válvulas de bloqueo.
