Una de las piezas más importantes en la calefacción son las juntas para radiadores calefacción. Cuando se rompen, el radiador empezará a perder agua, algo que hace que al final, la caldera pierda presión y deje de funcionar de forma correcta. Por este motivo, debemos aprender a cambiarlas, para así, garantizar el mejor funcionamiento de la caldera.

 Cambiar juntas para radiadores calefacción

Lo primero que tenemos que hacer, es purgar el radiador, es decir, dejar la calefacción completamente sin agua. Para purgar, vamos a coger un destornillador de punta plana y a abrir el purgador del radiador. Es importante tener un cubo de agua a mano, pues caerá mucho agua al cubo.  Una vez que no haya agua, ya podemos empezar.

Ahora, debemos quitar el tapón del radiador, para ver las juntas. Generalmente hay cuatro juntas en cada radiador, y debemos de comprobar todas en busca de fugas y grietas. Las juntas son fáciles de reconocer porque tienen forma de anillas.

En tercer lugar, debemos conseguir unas juntas para radiadores calefacción iguales que nuestro radiador. Estas juntas pueden ser de varios materiales, como por ejemplo teflón. Las debemos colocar en el lugar donde estaban las anteriores y volver a colocar el tapón. Eso sí, antes de colocar la junta, debemos vigilar que no haya suciedad en esa parte del radiador, la cual puede evitar que la junta encaje correctamente. Repite con las 4 juntas y ya estará todo correcto.

Una vez que estén cambiadas las juntas, vamos a volver a dar agua a la calefacción hasta alcanzar la presión correcta. Si lo has hecho bien, la presión ya no debería volver a bajar. De todos modos, a veces se recomienda cambiar también el tapón del radiador, sobre todo si está dañado. En el caso de no saber esta operación, siempre puedes contar con un servicio técnico oficial que lo haga por ti.

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