La vitrocerámica es uno de esos electrodomésticos que en los últimos años se ha convertido en imprescindible. De hecho,  la mayoría la elige porque permite cocinar de forma más segura que el gas y sin manchar tanto. Sin embargo, sufre desgaste y por ello, es posible que tengas que reparar vitrocerámica inducción.

Cómo reparar vitrocerámica inducción

Antes de aprender a reparar vitrocerámica inducción, hay que saber los errores más habituales que te puedes encontrar. Si hay luz, pero la placa no funciona, seguramente esté roto el fusible del interruptor. En este caso, se debe reemplazar por otro, pero debe ser de la misma potencia eléctrica y del mismo tipo. En cualquier caso, antes de manipular nada, siempre debe estar la luz desconectada y es mejor contactar con un profesional.

Otros fallos pueden deberse a errores en la placa fase de la vitrocerámica. Estas piezas no son fáciles de desplazar y generalmente hace falta desmontar y mirar las piezas una por una. Debido a su complejidad, es necesario que la persona a cargo tenga conocimientos de electricidad, pues se debe medir el voltaje para hacer comprobaciones en cada pieza.

Otras veces, el problema no se debe a la placa como tal, sino al enchufe o la alimentación general de tu hogar. Estas placas funcionan a 220 voltios de corriente alterna, por lo cual, si la tensión es menor no funcionará. En este caso, un especialista debe revisar el enchufe y la instalación eléctrica, para comprobar así cuál es exactamente el problema.

La conclusión es que, quitando pequeñas reparaciones caseras como la de los fusibles, la mayoría deben ser realizadas por un profesional. Esto se debe a que la mayoría de averías de la vitrocerámica tienen que ver con piezas internas estropeadas o con problemas eléctricos. Para hacer estas reparaciones se necesita personal suficientemente cualificado, que sepa lo que está haciendo.

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