¿Queremos calefacción o aire acondicionado? ¿Las dos cosas, tal vez? La llegada del invierno, con su gelidez extrema, nos recuerda la necesidad de un abrigo hogareño inmediato para sus fríos y la necesidad subsiguiente de un protector, también casero, para el bochorno que nos sobrevendrá en verano. Dos necesidades opuestas pero tal vez complementarias. Lo natural es tirar de la calefacción en los primeros y últimos meses del año y acogernos al aire acondicionado en las épocas de calor, pero ¿es posible matar dos pájaros de un climático y ahorrador tiro?

¿Calienta el aire acondicionado?

La respuesta rápida es sí, puede. Es recomendable ubicar el deflector hacia abajo, de forma que el aire caliente no se estanque en la parte superior del cuarto, huyendo así de la estratificación que genera sensaciones térmicas contradictorias en algunas partes de nuestro cuerpo.

Si programamos la temperatura entre 20 y 22 grados en el día, obtendremos una sensación acogedora. (Más de esto puede ser perjudicial, derivando en sequedades incómodas.) No debemos olvidar, sin embargo, que por cada grado que incrementemos el consumo se elevará a más del 7%, por lo que puede que nuestra solución ahorrativa (utilizar un solo aparato para lidiar con dos tipos de clima) acabe saliéndonos cara a largo plazo.

¿Calefacción o aire acondicionado? ¿Qué sistema es más barato?

Hay quien, pese a todo, argumenta que el aire acondicionado es más barato que el gas natural, debido a que las bombas de calor ofrecen más energía de la que reciben. En cálculos económicos, el aire acondicionado aporta tres o cuatro kWh térmicos por cada kWh eléctrico de gasto para hacer el intercambio energético con el entorno. No obstante, todo depende de la cantidad de radiadores que sea necesaria para calentar una casa. De requerirse varios, el precio podría incrementar. Concluimos, por lo tanto, que todo es relativo, y que deberás elegir entre calentar tu casa con calefacción o aire acondicionado dependiendo de tu contexto.